El nuevo disco del líder de Guerrilleroz, Tiempos Violentos, es rap ortodoxo y en la tradición de artistas como Immortal Technique y Dead Prez. La producción estuvo a cargo del mismo Boldie, beats estilo New York con drums poderosos. 

En 'Bienvenidos', canción introductoria, Boldie nos dice que "los temas de conciencia los dejé para otro día", algo que no entendí del todo si la carga política y social permea los 50 minutos de duración del disco. Tampoco le veo mucho sentido hacer una canción para criticar a los millones de creyentes que hay en nuestro país, como si la comunidad religiosa fuera la única falsa y mentirosa. Con 'Síndrome de Estocolmo' y 'Omertá', las cosas se ponen serias, el último es uno de los tracks más finos del disco, rompecuellos certificado.

Después nos llega ese sermón izquierdoso aburrido. El Peje podría convertirse en hip-hop head si escucha esto. Hace decenios y decenios que la izquierda espera la catástrofe y esta nomás no llega. Es como una clase Conspirología 2.0.

Aquí me surge una pregunta más: ¿Quién controla la web? ¿De qué me perdí? 

'Mi Manifiesto' condensa a Boldie como MC, el terrorista mexicano. En este banger el de Monterrey se muestra hostil a las novedades y se decide a ponerle un alto a "pseudoraperillos con playeras Hollister y gorras para atrás". Puñetas, ya no empañen su movimiento. 

'Condición sine qua non' es de las mejores rolas de Tiempos Violentos. El beat es una pasada, y Boldie rapea sobre algunos de los problemas que implica ser un MC en México, los malos tratos de los organizadores de eventos, que muchas veces le piden a los MC's que vendan cierta cantidad de boletos en preventas para que al final no se saquen ni una chela.

"Pienso que las ideas son a prueba de balas seguiré en el movimiento, en las buenas y en las malas." Está claro que Boldie ama el hip-hop y que el bato tiene soul, pero (este es mi punto de vista) falta enfocar mejor toda esa energía. Es demasiado misoneísta. Entiendo su postura política y la respeto, sin embargo, ya estamos en 2013 y tal vez sea hora de intentar cosas más arriesgadas y no jugársela tan a la segura.